Tabla de Contenido:

  1. Mejores lugares para comer en Jericó
  2. Mejores lugares para visitar en Jericó
  3. Conociendo la historia de Jericó

Mejores lugares para comer en Jericó, Antioquia

⭐️ Cafe Don Rafa / $ / Google Maps

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Café Don Rafa es un café tradicional con un toque moderno ubicado en la plaza principal de Jericó. Además de ofrecer café tradicional, también puedes encontrar otros métodos de preparación de café, como prensa, V60, sifón, Chemex o Aeropress.

En cuanto a desayunos, que comienzan desde $12.000 pesos aproximadamente, tienen una rica opción de waffles de pan de yuca, acompañados con queso crema, miel de maple y fruta. También tienen opciones como huevos pochados con pan artesanal, omelettes o tostadas francesas. Todos los desayunos vienen acompañados de café o chocolate.

Si estás buscando un café desde donde puedas trabajar, Café Don Rafa es el lugar ideal. El café cuenta con 30 MB de velocidad en su WIFI y tiene varios enchufes alrededor del local. La parte de atrás del café está pensada para funcionar como coworking, donde la música del lugar se escucha menos.

⭐️ La Comedia / $ / Google Maps

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Con una hermosa vista al Templo de la Madre Laura, este café bar es uno de los lugares gastronómicos que no te puedes perder en Jericó. El ambiente de este local es tranquilo, con música jazz suave, libros de cocina en sus estantes y distintos artefactos antiguos.

La especialidad en cuanto a bebidas de La Comedia es el cañonazo, un vino tinto especiado y servido caliente, con un borde azucarado. Este lugar es ideal para pasar la tarde tomando un rico vino, disfrutando de la música, la tranquilidad de Jericó y la vista al Templo de la Madre Laura.

⭐️ La Ceiba / $ / Google Maps

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La Ceiba es una panadería y restaurante ubicado al costado derecho de la iglesia, mirándola de frente. Aquí, lo más recomendado es sentarse en una de las mesas de afuera en la mañana, con vista a la plaza y la iglesia, y comer un rico desayuno típico. Entre las opciones de desayuno se encuentra el sencillo (menos de $15.000 pesos), que es una arepa con queso, huevos con aliño (opcional), pandequeso, y café o chocolate. También tienen otras opciones de desayuno, como calentados o panadería.

⭐️ La Danta & La Nutria / $$ / Google Maps

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La Danta & La Nutria es un café librería con uno de nuestros ambientes favoritos en Jericó. El café está rodeado de libros en cada esquina. Esto, junto con su decoración y su patio interno, lo hace un ambiente agradable para comer o tomarse algo y pasar la tarde.

La dueña quiso abrir estE café al no encontrar ninguna librería en el pueblo. El nombre de La Danta & La Nutria está inspirado en la idea de una fábula traída al contexto local. La danta y la nutria son animales que se encuentran en los alrededores de Jericó. Anteriormente, la piel de nutria era usada para hacer los carrieles, al igual que la piel de tigrillo, antes de ser prohibida esta práctica.

En su menú podrás encontrar sándwiches y tostadas hechas con pan de masa madre. Nos encantó el sándwich de especialidad, Peras y Serrano ($25.000 pesos aprox.), con pan campesino artesanal, suave y muy aromático, queso mozzarella, peras caramelizadas y jamón serrano, acompañado de tajadas de plátano verde. En cuanto a postres, tienen torta de amapola con naranja y torta de chocolate, entre otras, que se ven deliciosas.

Tangos y Algo Más / $ / Google Maps

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En el bar Tangos y Algo Más podrás disfrutar de antiguos éxitos del tango mientras te tomas algo. En sus paredes, además de estantes llenos de bebidas, encontrarás recuerdos del tango y un homenaje a Carlos Gardel, uno de los artistas de tango más famosos de la historia.

La Pizzería De Jose / $ / Google Maps

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La Pizzería de Jose es reconocida por hacer uno de los platos más emblemáticos de Jericó, el postre jericoano. Este postre, cuya receta se dice que tiene alrededor de 100 años, está compuesto de 7 capas distintas de frutas y bizcocho esponjoso, todo bañado en vino y ron. Aunque podrás encontrar el postre jericoano en distintos locales, el postre de La Pizzería de José es actualmente uno de los más reconocidos en el pueblo.

Pollo Loco / $ / Google Maps

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Pollo Loco es un restaurante casual especializado en pollo al carbón, que ofrece una linda vista de la plaza principal y la iglesia. El pollo al carbón es muy sabroso y suave, y viene acompañado de papas fritas o papa cocida y arepa. Dos presas de pollo cuestan alrededor de $14.000 pesos.

Recomendamos este lugar por su ambiente casual, vistas a la plaza principal, amable servicio y delicioso pollo al carbón.

Karlina / $$ / Google Maps

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Karlina, de los mismos dueños de Café Don Rafa, se enfoca en la panadería artesanal y en la elaboración de masas fermentadas. El local es amplio y agradable, con grandes ventanas. Está ubicado cerca de la plaza principal, pero lo suficientemente lejos para mantener un ambiente tranquilo. Además de la panadería, ofrece una gastronomía moderna con inspiración internacional. Si Café Don Rafa es un homenaje a los abuelos del campo, Karlina es un homenaje a sus otras mitades, las abuelas del campo.

Mejores lugares para visitar en Jericó

⭐️ Cristo Redentor Jericó / Gratis / Google Maps

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El Cristo Redentor, ubicado a corta distancia de la plaza principal, ofrece una hermosa vista de Jericó y sus alrededores. Para llegar al Cristo desde la plaza, el método más corto es entrar al Jardín Botánico y seguir las direcciones para subir hasta el Cristo.

Como dato curioso, durante la construcción del cable aéreo del morro del Cristo Redentor (que actualmente no se encuentra en funcionamiento), se encontraron tumbas indígenas con múltiples piezas de orfebrería. Para obtener más información sobre este hallazgo, se puede visitar el museo MAJA.

⭐️ Parque Principal / Gratis / Google Maps

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En el parque principal de Jericó es donde podrás encontrar más vida y movimiento de locales y turistas. Coloridas Toyota Land Cruiser antiguas, puestos de venta de frutas y artesanías, señores mayores con sombrero y carriel, todo esto hace de la plaza un lugar agradable para estar un rato y ver el pasar de las personas.

El parque también cuenta con una linda vista a las montañas, y tiene muchos árboles para sentarse debajo de una de sus sombras cuando el sol está fuerte.

En las noches, los puestos de frutas y artesanías son reemplazados por puestos de comida rápida.

⭐️ Museo Maja / $ / Google Maps

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En la sede principal del Museo Maja, encontrarás una impresionante colección de obras y artefactos que narran la historia de Jericó, así como exposiciones de arte permanentes e itinerantes.

Además de contar con excelentes colecciones, el museo en sí es muy bonito, ya que se encuentra en una casona antigua de bahareque construida en 1906. La casa fue ampliada y restaurada en 2012, y cuenta con dos pisos de exhibiciones, un agradable patio interior, un pequeño café llamado Don Rafa y un teatro.

El museo también cuenta con otras dos sedes en Jericó, una enfocada en las artes decorativas y otra en la música. Asegúrate de pasar por la tienda de regalos del museo, donde podrás encontrar libros y películas acerca de Jericó, junto con artesanías de la región.

Jardin Botanico / Gratis / Google Maps

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El Jardín Botánico de Jericó es una reserva natural cercana al parque principal. En el Jardín, podrás encontrar puentes muy fotogénicos, estanques de agua y varios senderos ecológicos para disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad. También hay varios quioscos donde puedes pasar un rato o hacer un pícnic. Además, el Jardín tiene un sendero que termina en el Morro el Salvador, donde se encuentra el Cristo Redentor.

Santuario Santa Laura / Gratis / Google Maps

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Iglesia neogótica de color rosa construida en 1943. Originalmente llamada Santuario del Inmaculado Corazón de María, su nombre fue cambiado a Santuario de Santa Laura después de la canonización de Madre Laura en 2012.

Madre Laura (Laura Montoya Upegui) es la primera santa declarada de Colombia, canonizada por el Vaticano en 2012. Para ser canonizada y nombrada santa, la Iglesia Católica debe comprobar que la persona obró dos milagros por su intercesión. El proceso incluye comprobar un primer milagro obrado por su intercesión, momento en que la persona es declarada Beata.

Conociendo la historia de Jericó

Lo primero que me dijeron al llegar a Jericó, en un hotel que solía ser un convento, fue: “La habitación comparte baño con más de 20 habitaciones. Hay un baño de hombres y otro de mujeres. La puerta del hotel se cierra a las 11:00 pm, si llega después de esta hora no le abrimos. Por cierto, la puerta la abrimos a las 7:00 am normalmente, pero en estos días estamos descansando (era después de Semana Santa) y abrimos a las 7:30 am. Antes de hacerle el check-in, ¿acepta estas condiciones?”.

Sin más, habiendo llegado al pueblo a las 9:00 pm y cansado del viaje, mis opciones en ese momento se redujeron a un “sí”.

Pronto entendería que esta forma de ser recibido forma parte de la cultura e identidad Jericoniana.

Mi llegada a Jericó, además de estar motivada por ser uno de los pueblos más turísticos de Antioquia, también estaba motivada por una anécdota que me contaron del pueblo y con las ganas de conocer más de su historia.

Cuando estaba en Jardín, en un evento en Casa Montes, conocí a una historiadora que me contó una anécdota muy interesante de Jericó. Ella relataba que en Jericó, cuando estaba siendo fundado, el pueblo tenía unas reglas para que las personas pudieran vivir en el pueblo. Entre estas reglas se encontraban que tenían que ser religiosos, ser trabajadores, poder tener hijos y tener buenos valores morales. Antes de poder entrar al pueblo, tenían que hacer un período de prueba en un caserío cercano, Marsella, antes de poder ser aceptados en el pueblo.

Esta anécdota o historia despertó mi interés por conocer más de la historia de Jericó y descubrir la verdad detrás de esta historia. Esta curiosidad sería el combustible para un par de aventuras durante mi estancia en el pueblo.

Descubriendo el origen de Jericó

Conociendo el pueblo y sin saber quién podría ayudarme a validar esta historia de Jericó o contarme más de sus orígenes, el primer lugar que se me ocurrió empezar fue MAJA, el Museo de Antropología y Artes de Jericó Antioquia.

Una vez en MAJA, en la sede de Antropología (el museo tiene 3 museos distintos en el pueblo), al llegar a la entrada le pregunté a una de las personas que atendía en la entrada si ellos me podían ayudar a conocer más de la historia del origen de Jericó.

Inmediatamente me dijeron que si había alguien que me podía ayudar con esta duda en el museo, era el director del museo. Minutos después me encontraba en la oficina del director del museo, conversando acerca de la historia de Jericó. Además de contarme acerca del fundador, anécdotas e históricos sitios del pueblo, me confirmó que parte de la historia que conocía respecto a Jericó era cierta, pero si quería validar detalles y conocer la historia real, debía conversar con el director del Centro de Historia de Jericó.

Por fortuna, me contó el director de MAJA que si quería encontrar al director del Centro Histórico, él iba a ser parte de varios eventos que había en el pueblo en homenaje a los 100 años de nacimiento del escritor jericoniano Manuel Mejía Vallejo. Entre ellos, recital de algunas de sus obras en la casa de nacimiento del escritor, una demostración de tango inspirada en el libro “Aires de Tango” del escritor y, por último, un homenaje junto con los familiares del escritor en el Centro de Historia.

Con esta información en mano, terminé asistiendo a todos estos eventos y fue en el último evento, el homenaje junto con la familia del escritor, donde pude conversar con el director del Centro de Historia. El director agradeció mi curiosidad por la historia de Jericó y me comentó que podría responder a mis preguntas al siguiente día. Mis ganas de conocer la verdad de esta historia tendrían que esperar un día más. Esa misma noche, terminé saliendo con el director del Centro de Historia y un historiador, donde compartieron anécdotas de Manuel Mejía Vallejo en el pueblo y otros datos curiosos de la historia de Jericó.

Al día siguiente, por fin pude sentarme con el director del Centro de Historia y aclarar todas mis dudas. El director del Centro de Historia es considerado como uno de las personas más conocedoras de la historia de Jericó, escribiendo incluso la monografía sobre la historia de Jericó.

Historia de Jericó

La historia del pueblo de Jericó se remonta al proceso de colonización antioqueña. En 1825, once influyentes y adinerados habitantes de Medellín solicitaron al gobierno la compra de tierras al suroeste de la ciudad. Estas tierras, baldías y cubiertas por selva y monte, no estaban siendo aprovechadas y tenían potencial para la siembra y la cría de ganado.

Diez años después de la solicitud, el gobierno aprobó la venta de estas tierras a estos individuos, lo que se conocería como la concesión Echeverri. De los solicitantes originales, solo unos pocos seguían vivos, entre ellos Juan Santamaría Isaza, quien recibiría las tierras que se convertirían en Jericó.

Fue el hijo de Juan Santamaria, Santiago Santamaria, quien emprendió la producción de estas tierras y eventualmente fundó Jericó. Después de varias expediciones al oeste del río Cauca y subir por las montañas, Santiago decidió fundar Jericó en su ubicación actual. En ese entonces, la aldea se conocía como Aldea de Piedras (el nombre de Jericó se adoptó en 1853).

En la tarea de despejar el monte y hacer producir la tierra, Santiago comenzó a regalar terrenos, herramientas y recursos a familias dispuestas a desmontar la tierra, hacerla producir y construir caminos y otras obras comunitarias. Esto atrajo a familias de distintos pueblos de Antioquia a establecerse en la zona y trabajar la tierra.

Sin embargo, siendo el propietario de la mayoría de los terrenos, Santiago Santamaria quería mantener la armonía y el desarrollo en la recién creada aldea y no estaba dispuesto a aceptar a cualquier familia. Debido a esto, se establecieron reglas para aceptar a las familias en la aldea.

Las familias que recibían los beneficios de terrenos y recursos debían ser católicas, conservadoras, capaces de trabajar la tierra y, en su mayoría, jóvenes con buenos valores. Esto se hizo para incentivar la armonía y la comunión en la aldea.

En aquel entonces, para llegar a la aldea, era necesario pasar por Fredonia antes de llegar al Cauca. Era antes del cruce del Cauca donde se evaluaba a las familias que querían ir a Jericó. La única forma de cruzar el río era en bote. Antes de permitir que estas familias cruzaran, se les preguntaba si eran católicas, si iban a misa y comulgaban todos los días.

Además de esto, se evaluaba la voluntad de las familias para trabajar y soportar las condiciones del monte y su adaptación. Las condiciones que encontrarían en la aldea no eran las más abundantes, y productos como leche, carne y granos no estaban en grandes cantidades. Era el trabajo de estas familias trabajar la tierra para despejarla, cosecharla y criar animales.

Las personas que estaban dispuestas a vivir en estas condiciones y cumplían con los requisitos eran aceptadas en Jericó.